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Perú busca avanzar en producción de componentes para nuevo caza de la Fuerza Aérea de Corea del Sur


Las relaciones industriales en materia de producción para la defensa entre Perú y Corea del Sur se encuentran en un proceso de profundización, consolidación y expansión sostenida. Uno de los hitos más recientes alcanzados por ambos países, que busca abrir la puerta a nuevos programas de desarrollo y fabricación, es la confirmación de que el país sudamericano busca sumarse al Programa KF-21 de Korea Aerospace Industries (KAI) mediante la producción de diversos componentes del nuevo avión de combate.


Durante la jornada de ayer, en el marco de la visita oficial a Perú del presidente de la República de Corea, Yoon Suk Yeol, este encabezó junto a su par peruana, Dina Boluarte, los actos de firma de diversos acuerdos destinados a impulsar la cooperación en materia de producción industrial para la defensa. Uno de los más destacados fue la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) entre KAI y el Servicio de Mantenimiento de la Fuerza Aérea del Perú (SEMAN) para “…proveer el servicio de fabricación de piezas aeronáuticas del modelo KF-21”. El documento fue firmado por el presidente y CEO de KAI, Kang Goo-young, y el gerente general del SEMAN, Mayor General de la FAP Jaime Arturo Rodríguez Espinoza, en presencia de los presidentes de Corea del Sur y Perú.


Al día de hoy, la Fuerza Aérea del Perú no ha definido cuál será su futuro avión de combate para reemplazar a sus Mirage 2000 y MiG-29, los modelos en evaluación incluyen el F-16 Block 70, el Rafale y el Gripen. Sin embargo, al avanzar en acuerdos de producción con Corea del Sur puede interpretarse como un paso necesario para que, en el mediano o largo plazo, la institución considere aeronaves de combate de origen surcoreano. Actualmente, uno de los frutos de esta cooperación se ha materializado con la coproducción de los entrenadores KAI KT-1P Torito, en servicio con la FAP, los cuales participaron recientemente en el Ejercicio Multinacional CRUZEX.


Además, cabe destacar el acuerdo previo alcanzado entre KAI y el SEMAN en julio pasado, mediante el cual se estableció que este último producirá 250 componentes destinados al caza ligero FA-50 de la empresa surcoreana. Este detalle no es menor, ya que, según confirmó el Jefe de la FAP, General del Aire Carlos Enrique Chávez Cateriano, a Zona Militar, la institución cuenta con estudios técnicos destinados a explorar opciones para la adquisición de aeronaves a reacción intermedias, que cubrirían el vacío dejado por la baja sin reemplazo de los Aermacchi MB-339. Considerando las capacidades del avión surcoreano en sus diferentes variantes, este podría posicionarse como un candidato para ocupar dicho lugar.


En cuanto a la reciente firma del MoU, Perú mantiene un importante vínculo con Corea del Sur en materia de producción para la defensa en diversos sectores. En el ámbito naval, esta asociación ha dado frutos con la construcción de buques tipo LPD para la Marina de Guerra del Perú, en colaboración con astilleros y empresas surcoreanas; y teniendo como siguientes pasos la construcción de una nueva fragata multipropósito y patrulleros oceánicos gracias a la asociación entre SIMA y HD Hyundai Heavy Industries (HD HHI). Asimismo, en el ámbito terrestre, el Ejército Peruano ha seleccionado al K808 White Tiger como su futuro vehículo blindado de combate a ruedas (VCBR) 8×8.


Para Corea del Sur, Perú representa más del 70 % de sus exportaciones en materia de defensa hacia Sudamérica, posicionándose como una vidriera clave para el resto de los países de la región. Los proyectos conjuntos en defensa, como la potencial fabricación de componentes para el KF-21 Boramae, que servirá en la Fuerza Aérea surcoreana, y la potencial colaboración en el ámbito submarino con unidades de la clase KSS-III, destacan el interés estratégico de Corea del Sur por fortalecer su presencia global en el sector y expandir su presencia en América del Sur.


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