La minería es un sector de vital importancia para la economía peruana. Su potencial de crecimiento es evidente: según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), las inversiones mineras mostraron una tendencia al alza, sumando un total de 995 millones de dólares en el primer trimestre del año.
Sin embargo, al otro lado de la moneda se encuentran los conflictos sociales que involucran directamente a las comunidades y su relación con los proyectos de inversión en curso. Una mala comunicación con las comunidades ha desencadenado en algunos casos conflictos que pueden afectar y paralizar proyectos de diversas maneras, no solo desde una perspectiva económica.
Según datos de la Defensoría del Pueblo, al mes de mayo de 2024, existen 209 conflictos sociales en Perú, de los cuales 119 (56.5%) son de tipo socioambiental y 74 (62.7%) están relacionados con la minería.
En esa línea, José Antonio La Rosa, director de Supera señaló que el inicio de estos conflictos suele estar asociado a la sensación de inseguridad de las comunidades locales con respecto a los alcances e impactos de las operaciones de una compañía minera.
“La falta de información clara y oportuna, así como la percepción de que sus necesidades y preocupaciones no son tomadas en cuenta, generan desconfianza y resentimiento, lo que puede desembocar en protestas, bloqueos de carreteras e incluso actos de violencia”, señaló.
Beneficios
Una comunicación efectiva puede ser una herramienta poderosa para prevenir y mitigar los conflictos mineros. Al establecer un diálogo abierto y honesto con las comunidades, las empresas pueden:
1. Gestionar una confianza merecida: La comunicación transparente ayuda a construir relaciones de confianza entre la empresa y la comunidad.
2. Prevenir malentendidos: Una buena comunicación permite aclarar dudas y evitar que se propaguen rumores o información falsa.
3. Identificar y abordar las preocupaciones de la comunidad: La empresa puede conocer de primera mano las inquietudes de la comunidad y tomar medidas para abordarlas.
4. Fortalecer la participación comunitaria: La comunicación efectiva facilita la participación de la comunidad en la toma de decisiones que afectan a su entorno.
Finalmente, La Rosa señaló que la obtención de la licencia social es un reto fundamental para el sector minero en Perú.
“Las empresas deben comprender que la comunicación no es solo una cuestión de imagen, sino una herramienta esencial para el desarrollo sostenible de sus proyectos. De igual modo, las comunidades tienen la responsabilidad de participar activamente en el diálogo y de buscar soluciones constructivas a las diferencias. Y por su parte, el Estado, debe jugar un rol proactivo en la promoción del diálogo y la concertación entre las empresas y las comunidades”, finalizó.
Fuente: Andina
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