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Megaproyecto minero Sechura proyecta inversión superior a US$ 2,000 millones


El megaproyecto minero Sechura, ubicado en la región Piura, busca posicionarse como una de las mayores iniciativas de explotación de roca fosfórica en el país. Este insumo es fundamental para la producción de fertilizantes y otros productos agrícolas. La Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) tiene como objetivo atraer a un inversionista privado que se encargue de ejecutar el proyecto, cuya inversión estimada podría superar los US$2.000 millones.


El proyecto se desarrolla en el desierto de Sechura, en el distrito y provincia del mismo nombre, donde se encuentran las concesiones mineras Bayóvar Nº 5, 6, 7, 8 y 12. En total, el área destinada al proyecto supera las 94.000 hectáreas, y se proyecta su uso para actividades de exploración y explotación de roca fosfórica. Uno de los objetivos centrales es añadir valor a esta materia prima, a través de la producción local de fertilizantes fosfatados.


La iniciativa no es nueva. Las concesiones en esta zona fueron devueltas al Estado en 2021, tras finalizar el contrato con las empresas Américas Potash S.A.A. (APPSA) y Juan Paulo Quay S.A.C. (JPQ). Posteriormente, en noviembre de 2024, el megaproyecto fue incluido en el informe multianual de inversiones bajo la modalidad de asociación público-privada (APP), lo que marcó su reactivación formal.


El avance más reciente se dio en marzo de 2025, cuando el Ministerio de Energía y Minas (Minem) remitió a ProInversión el informe de evaluación técnica del proyecto. Este fue aprobado a mediados de junio, lo que permitió el inicio oficial de la fase de estructuración del proyecto. Esta etapa es clave para definir todos los aspectos técnicos, económicos, contractuales y legales que permitirán lanzar el proceso de adjudicación.


Durante esta fase, se realizará la valorización de activos, el diseño del modelo de negocio, la evaluación de riesgos, la estructura contractual y los mecanismos de retribución al Estado. También se trabajará en los estudios de viabilidad financiera, ambiental y social, así como en la redacción final del contrato de transferencia. Todo ello será determinante para atraer inversiones sólidas y sostenibles.


Uno de los principales objetivos de ProInversión es que este megaproyecto no solo se limite a la extracción del recurso, sino que también impulse un proceso de industrialización local. Esto permitiría al Perú pasar de exportar roca fosfórica en estado bruto a producir fertilizantes como fosfato diamónico (DAP) y fosfato monoamónico (MAP), reduciendo la dependencia de importaciones y generando mayor valor agregado dentro del país.


En la actualidad, el Perú exporta roca fosfórica sin procesar, mientras que importa fertilizantes ya elaborados, lo cual representa una pérdida de oportunidad para el desarrollo industrial y agrícola. Con la puesta en marcha del proyecto Sechura, se espera cambiar esta lógica y fortalecer la cadena productiva del sector agrícola nacional, generando empleo, inversión regional y mayor competitividad para la economía peruana.


Fuente: dipromin.com

 
 
 

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