La planta petroquímica no solo ayudará a reducir la dependencia del país de las adquisiciones de urea en el exterior, sino también nos protegerá de las fluctuaciones en los precios de los mercados mundiales.
La presidenta de la República, Dina Boluarte, anunció en julio, durante su mensaje a la nación ante el Congreso, que el Gobierno promoverá la construcción de una planta petroquímica en el sur del país, con capitales privados, a fin de dinamizar el sector y en el marco de los esfuerzos por reactivar la economía nacional.
De acuerdo con lo señalado por la Jefa del Estado, esa infraestructura producirá fertilizantes, como urea, a bajo costo, lo cual contribuirá a mejorar la economía de los agricultores nacionales, que podrán adquirirla a un precio menor. Asimismo, el insumo para la fabricación de dicho producto será el gas natural, por lo cual otro de los beneficios del proyecto será asegurar la demanda de este combustible.
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la planta requerirá una inversión estimada en más de 3,000 millones de dólares, y a la fecha, al menos cuatro empresas internacionales han manifestado su interés de participar en la iniciativa, por lo cual se espera que antes de fin de año se lleve a cabo la licitación respectiva.
El proyecto es trascendental para el país por varias razones. En primer lugar, la producción de fertilizantes contribuirá a asegurar que millones de productores nacionales accedan a este indispensable insumo agrícola, clave en la obtención de buenas cosechas, a un costo inferior en comparación con los abonos importados.
En ese objetivo, la planta petroquímica no solo ayudará a reducir la dependencia del país de las adquisiciones de urea en el exterior, sino también nos protegerá de las fluctuaciones en los precios de los mercados mundiales. Recordar los problemas que afrontamos el año pasado durante la crisis de los fertilizantes y los intentos frustrados por adquirirlos en el extranjero debería servir para recalcar la urgencia de contar con esta infraestructura productiva lo antes posible.
En segundo lugar, millones de pies cúbicos de gas natural extraído se reinyectan a los pozos debido a la falta de demanda. Por consiguiente, la dinámica de la planta petroquímica favorecerá la superación de tal problema, dado que este carburante será uno de sus principales insumos, contribuyendo, a su vez, con el objetivo de masificarlo a escala nacional en beneficio de todos los hogares peruanos.
Por último, la puesta en marcha de la petroquímica generará un efecto positivo en la economía por el volumen de inversión prevista, y ayudará también a apuntalar el bienestar de las familias por la creación de puestos de trabajo durante la fase de construcción y operación.
Por lo expuesto, corresponde a los sectores involucrados, sean públicos o privados, desplegar una labor conjunta a fin de poner en marcha todas las acciones políticas, jurídicas y económicas pertinentes que favorezcan la pronta implementación de una iniciativa a todas luces clave para el desarrollo de la industria petroquímica nacional y para el crecimiento económico del país.
Fuente: El Peruano
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