Ricardo Cilloniz gerente de Proyectos, Mineria y Responsabilidad Social de la acerera, detalla el impacto de la insercion de la sostenibilidad en el core de su negocio y en el managment
¿Cuánto ha invertido hasta hoy Aceros Arequipa en su estrategia y sus iniciativas de sostenibilidad?
El camino de la sostenibilidad lo empezamos hace unos seis años. Durante este periodo, hemos invertido US$600 millones. Es el periodo de inversión más grande que hemos tenido, a un promedio de 8% de nuestras ventas anuales.
¿Este monto fue destinado a inversiones generales o específicas de sostenibilidad?
Todas nuestras inversiones tienen un componente de ecoeficiencia, ya sea de mejor aprovechamiento de recursos o menor consumo de energía. Por ejemplo, invertimos US$250 millones en nuestra nueva acería, que produce 40% más y consume 10% menos energía. Este primer semestre, vamos a implementar nuestro nuevo horno de cal, en el que invertimos US$23 millones y con el que vamos a consumir 30% menos gas natural.
El objetivo de Aceros Arequipa es reducir 15% de emisiones al 2030 y ser carbono neutral al 2050. ¿Qué están haciendo para alcanzar dicha meta?
Ya tenemos asegurado el suministro de energía eléctrica renovable al 100% hasta el 2031. Además, reducimos el consumo de agua y, desde este año, estamos usando agua desalinizada, ya no de acuíferos. Nuestro principal desafío para llegar a ser carbono neutral es reemplazar el gas natural. Con el gas ya llegamos a la frontera más limpia de los combustibles fósiles. Ahora, tendríamos que reemplazarlo por energía eléctrica o hidrógeno. Estamos estudiando ambas tecnologías.
¿En qué procesos aún usan combustible y qué barreras existen para reemplazarlo?
Sólo usamos gas natural en el proceso de recalentar y convertir la chatarra en acero. La tecnología del horno tiene fuentes distintas y aún no puede generar el calentamiento adecuado. Pero es [sólo] una limitante tecnológica. Vamos a llegar a eso.
Entre el 2021 y el 2022, sus emisiones se incrementaron. ¿Cuál es la proyección para el 2023 y el 2024? ¿Lograron reducirlas?
Efectivamente. Estamos en 470 kg de CO2 por tonelada de acero producida; el promedio de la industria es 2,300 kg. Estamos cinco veces por debajo en emisiones. Este año, ese nivel lo vamos a reducir en 30%, una vez que hayamos certificado nuestro uso de energía hidroeléctrica. Ya la hemos incorporado.
Aceros Arequipa también proyectaba alcanzar un 40% de reaprovechamiento de residuos y subproductos del acero en el 2022. ¿Lo consiguieron?
Aún no. Hubo una reducción en las donaciones de escoria. Lo que sucede es que el gran consumidor de este producto fue el Intercambio Vial de la Panamericana Sur, que consumió 350,000 toneladas en el 2021. Eso ya no se repitió en los años siguientes. En el 2023, tuvimos un reaprovechamiento del 30%. Nuestra meta, ahora, es llegar a 60% al 2030.
¿Qué residuos están recuperando?
Generamos 16,000 toneladas de subproductos industriales al mes; principalmente escoria, aluminio, polvos de acería y laminillo. El aluminio lo exportamos a India y Tailandia. Además, los polvos de acería y aluminio los vendemos a Nexa para la producción de zinc. El producto que genera más volumen es la escoria. Por eso, estamos estudiando mezclarla con cemento para crear concreto.
¿Cuál es el retorno de la inversión en sostenibilidad obtenido por Aceros Arequipa, si sumamos el ahorro de energía y la venta o reutilización de subproductos?
La mejora en nuestras prácticas ambientales nos genera un beneficio neto superior a US$18 millones al año. La reducción del consumo impacta fuerte. Somos una industria con márgenes pequeños y, al reducir nuestros consumos, aumentamos rendimientos y obtenemos retorno por costo. Por la venta también va a venir el retorno, porque, con el auge de la transición verde, las mineras van a requerir acero con menor impacto en CO2.
¿Las áreas de la compañía que lideran el avance de la estrategia de sostenibilidad han crecido?
En realidad, no tenemos un departamento de sostenibilidad. Tenemos un comité creado hace tres años, liderado por mí y del que participan las gerencias de primera línea. Desde ahí, hacemos un despliegue en el balanced scorecard, para que cada gerencia tenga el chip de la sostenibilidad. Así que la sostenibilidad es parte de los incentivos y de la remuneración de cada gerente. Desde ahí, se despliega hacia los jefes y a todas las áreas.
¿Cómo logró Aceros Arequipa integrar la sostenibilidad en el negocio?
Hacíamos muchas cosas, pero no las teníamos integradas. Lo que nos ayudó mucho como guía fue Perú Sostenible y el Corporate Sustainability Assessment (CSA) de S&P. Porque nos evaluaban en todas las dimensiones y, a partir de eso, identificamos brechas e íbamos reduciéndolas. Eso nos ha permitido ingresar al top 10 en sostenibilidad de la industria del acero a nivel global, según S&P.
¿Cómo ha evolucionado el posicionamiento de Aceros Arequipa en el estudio de S&P?
El primer año no entramos. En el segundo entramos, pero sin estar en el top. El año pasado, llegamos al número tres a nivel mundial. Este año bajamos al quinto, principalmente porque mejoraron los otros competidores. Esto es una carrera que cada vez es más difícil. Creemos que con nuestros proyectos vamos a mantenernos en el top 5.
Fuente: semanaeconomica.com
Comentarios