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Cemento Yura inaugura primera planta solar de autoconsumo en industria cementera

La planta solar, con una capacidad instalada de 28 megavatios pico (MWp) y una inversión que superó los 23.5 millones de dólares, fue construida en un tiempo récord de aproximadamente 410 días, marcando un récord en la implementación de energías renovables dentro del sector.

En un hito histórico para el sector industrial y energético del sur del Perú, Cemento Yura, parte del Grupo Gloria, inauguró en mayo su planta solar fotovoltaica en el distrito Yura, Arequipa. Esta instalación representa un antes y un después en la búsqueda de la sostenibilidad y la reducción de la huella ambiental dentro de la industria cementera, no solo en Perú, sino en toda la región andina.


La planta solar, con una capacidad instalada de 28 megavatios pico (MWp) y una inversión que superó los 23.5 millones de dólares, fue construida en un tiempo récord de aproximadamente 410 días, marcando un récord en la implementación de energías renovables dentro del sector. Su puesta en marcha permitirá a Cemento Yura cubrir el 30% de la demanda energética de su planta principal, reduciendo significativamente el uso de energía convencional y la dependencia de fuentes fósiles.


Un sueño hecho realidad para la industria y Arequipa

Luis Díaz, vicepresidente de Cemento, Concreto y Cal del Grupo Gloria, destacó la importancia de este proyecto como un logro colectivo que trasciende el ámbito empresarial. “Esta planta representa un sueño hecho realidad. Cuando empezamos este camino, no imaginábamos llegar tan lejos. Y hoy no solo estamos impactando al Perú a nivel nacional, sino también a nivel continental”, expresó.


Díaz subrayó que Cemento Yura se ha convertido en la primera empresa cementera del país y de la región en contar con una planta fotovoltaica de autoconsumo directo, un paso decisivo hacia la descarbonización industrial. “Además, somos actualmente la empresa con la menor huella de carbono dentro del sector cementero,” afirmó, poniendo énfasis en el compromiso ambiental que sustenta toda la estrategia corporativa.


Este compromiso se extiende más allá de la energía solar. Cemento Yura trabaja activamente en la reducción del consumo de clínker —principal insumo en la producción del cemento y gran generador de emisiones— utilizando materiales alternativos, muchos de ellos de origen natural y regional, lo cual también genera beneficios sociales y económicos para Arequipa y su entorno.


El vicepresidente destacó también la estrecha colaboración con la academia local, especialmente con la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, que ha desarrollado proyectos clave en energías renovables y reducción de la huella de carbono. “Creemos que la industria debe ser parte activa de la formación profesional. Sin una base práctica, la educación queda incompleta”, señaló Díaz.


Esta planta representa un sueño hecho realidad. Cuando empezamos este camino, no imaginábamos llegar tan lejos. Luis Díaz, vicepresidente de Cemento, Concreto y Cal del Grupo Gloria.


Tecnología y sostenibilidad: un binomio estratégico

La planta solar está equipada con más de 51,000 módulos fotovoltaicos distribuidos en 45 hectáreas, lo que genera una producción anual estimada de 80.65 gigavatios hora (GWh). La energía producida es transmitida directamente a la planta cementera a través de una línea de transmisión de 1.3 kilómetros a 30 kV, asegurando una mínima pérdida energética y una alta eficiencia.


Esta estrategia no solo permite estabilizar los costos operativos de energía, tradicionalmente afectados por el alza de tarifas eléctricas, sino que también responde a un modelo económico sostenible a mediano y largo plazo. “Esta fuente es más económica, con menor costo operativo, y estabiliza nuestros costos frente al alza de tarifas eléctricas convencionales”, explicó Luis Díaz.


Aunque actualmente la planta no cuenta con sistemas de almacenamiento de energía, Cemento Yura evalúa complementarla en el futuro con otras fuentes renovables como la eólica o hidráulica. “Nuestra meta es que el 100% del suministro eléctrico provenga de fuentes limpias”, afirmó Díaz, resaltando la visión ambiciosa y el compromiso con la transición energética.


Visión a futuro: expansión y nuevos retos

La empresa está considerando ampliar la capacidad de generación para cubrir entre un 50% y 70% del consumo eléctrico de la planta. Esta expansión se planifica teniendo en cuenta las características geográficas y climáticas de Arequipa, donde la radiación solar es una de las más altas del país, lo que maximiza la eficiencia de la planta.


Por su parte, Juan Burga, gerente general de Cemento Yura, reiteró que la elección de la energía solar responde a una estrategia basada en aprovechar las ventajas naturales de la región. “La radiación solar en Arequipa es muy alta, lo que nos permite generar energía renovable de manera eficiente”, señaló.


Burga también enfatizó la hoja de ruta clara hacia la carbono neutralidad para el año 2050, destacando que la planta solar es un paso crucial dentro de un enfoque más amplio de innovación tecnológica y procesos ecoeficientes. “Para lograrlo, debemos trabajar en varios frentes, y uno de los principales es el uso de energías verdes”, explicó.


Juan Burga, gerente general de Cemento Yura.


En cuanto a la implementación, Burga destacó la complejidad del proceso regulatorio y el cumplimiento estricto de los plazos, a pesar de los desafíos. “Desde el punto de vista regulatorio, fue complicado obtener todos los permisos necesarios, pero cumplimos con todos los plazos establecidos”, aseguró.


Respecto a la energía generada, la empresa consume toda la energía en el momento, ya que el permiso actual es para autoconsumo. Sin embargo, no descartan implementar sistemas de almacenamiento ni la posibilidad de alimentar al sistema eléctrico interconectado en el futuro, a medida que avance el marco regulatorio.


Sostenibilidad integral y compromiso con la comunidad

La reducción de la huella de carbono es uno de los ejes centrales de Cemento Yura. Actualmente, la empresa registra una huella de 490 kilogramos de CO₂ por tonelada de cemento, cifra por debajo del objetivo sectorial de 530 kg para 2030. La meta es reducirla aún más, hasta 400 kg por tonelada, lo que implica una reducción de 100 kg por tonelada frente al resto de la industria.


Para ello, se incorporan combustibles alternativos como neumáticos fuera de uso y residuos industriales, que ya representan entre el 8% y 10% del consumo energético de la planta. Además, se evalúa la incorporación de hidrógeno verde como combustible en los hornos, lo que podría significar un salto tecnológico y ambiental significativo.


La radiación solar en Arequipa es muy alta, lo que nos permite generar energía renovable de manera eficiente. Juan Burga, gerente general de Cementos Yura.

Luis Díaz resaltó el impacto social y regional del proyecto. “Nos llena de orgullo que muchas casas en Arequipa estén construidas con cemento producido en Yura. Este logro también es de todos los arequipeños. Queremos que sientan esta planta como suya, porque verdaderamente lo es”, afirmó con énfasis.


Un modelo para la industria y el país

La visión de Cemento Yura no se limita a su operación local. La empresa busca ser un referente en la industria para impulsar un modelo sostenible y competitivo. “Queremos inspirar a otras industrias a replicar este modelo. Se puede tener un producto competitivo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente”, concluyó Luis Díaz.


En la misma línea, Juan Burga subrayó que solo las empresas que sean eficientes y responsables con el medio ambiente podrán competir y sobrevivir en el contexto global actual. “Cemento Yura no solo ha implementado esta planta en Yura, sino que evalúa iniciativas similares en otras unidades de negocio”, afirmó, confirmando el compromiso del grupo con la innovación y la sustentabilidad.


El proyecto no solo contribuye a la descarbonización del sector cementero, sino que también fortalece el desarrollo económico y social de Arequipa y el sur del Perú, posicionando a la región como un polo importante en energías limpias y tecnología industrial.


Un compromiso, no una opción

La inauguración de la planta solar fotovoltaica de Cemento Yura en Arequipa es una señal clara de que la transición energética y la sostenibilidad ya no son una opción, sino una necesidad y un compromiso tangible. Con una inversión millonaria, una estrategia clara y un enfoque en la innovación y la colaboración con la academia, Yura abre el camino para una industria cementera más limpia, eficiente y responsable, un ejemplo para todo el Perú y la región.


Arequipa y sus habitantes pueden sentirse orgullosos de este proyecto que no solo contribuye a un futuro más sostenible, sino que también reafirma el rol de la industria como motor de desarrollo y bienestar social.


Fuente: Energiminas

 
 
 

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