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Trenes demorados

El tiempo pasa y las líneas 3 y 4 del Metro de Lima siguen en la misma estación. La Autoridad de Transporte Urbano no logró un avance significativo en sus estudios previos. Y, ahora, el fideicomiso de titulización recién podría funcionar en el 2026.


El desarrollo de los proyectos de las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima con el financiamiento

de fondos de un fideicomiso de titulización está lejos de arrancar.


La iniciativa propuesta por la presidenta Dina Boluarte en su discurso de 28 de julio del

2023, no sólo parece haber perdido interés (SE1923), sino que, tras más de un año, los avances registrados son ínfimos.


Las lineas 3 y 4 empezaron a ser una prioridad para el Estado Peruano en el 2017, durante

el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski. Dicha gestión financió los estudios de

factibilidad. Tres años después, la Línea 3 ingresó al pipeline de proyectos del Plan Nacional de Infraestructura.


En el 2020, las experiencias positivas de los Juegos Panamericanos y la Reconstrucción con Cambios gatillaron un auge de los acuerdos de Gobierno a Gobierno (G2G). Ello motivó

al entonces presidente. Martín Vizcarra, a anunciar que ambas líneas serian construidas usando dicho mecanismo. Ya en la gestión de la presidenta Boluarte, el interés por impulsar las Líneas 3 y 4 resurgió a raíz de una coordinación entre la Municipalidad Metropolitana de Lima y el Ministerio de Economía y Finanzas. Una fuente con conocimiento directo de la toma de decisiones en el Ejecutivo aseguró a esta revista que el alcalde de Lima, Rafael

López Aliaga, le propuso al entonces ministro de Economía y Finanzas. Alex Contreras, armar un fideicomiso de titulización para las Líneas 3 y 4.


El objetivo era que el fideicomiso también cubra el financiamiento de las fases iniciales de los proyectos. "Un gran error al desarrollar infraestructura en el Perú es no hacer [los expedientes técnicos y la ejecución dej los proyectos en paralelo". agrega la fuente a la

que accedió SEMANAeconómica.


Fideicomiso demorado

Desde la creación formal del fideicomiso, en diciembre del 2023, el instrumento no ha

sido puesto en práctica y todo indica que no estará operativo en el corto plazo. El plan del Estado es construir ambas líneas mediante acuerdos G2G y que la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) contrate los Project Management Office (PMO) desde los actos preparatorios. Es decir, que contrate la elaboración de los expedientes técnicos. los estudios de impacto ambiental, la liberación de interferencias y la adquisición de predios, así como su ejecución.


El problema es que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aún no le asigna a la ATU

el presupuesto para financiar dichos actos preparatorios. Una condición ineludible para

que el fideicomiso pueda funcionar. "Concluidas estas actividades, se podrán realizar las

gestiones para la constitución del fideicomiso de titulización", señaló la ATU, en un comunicado institucional, a esta revista.


El fideicomiso se conformará con los pagos que efectúe la ATU, la recaudación de las tarifas de los usuarios y otros proyectos, donaciones y transferencias que reciba dicha institución. Con el dinero, el fideicomiso será capaz de emitir valores que serán transferibles libremente. La deuda sería adquirida y cubierta por las propias Líneas 3 y 4.


Pero esperar a la culminación de los actos preparatorios para constituir el fideicomiso, como

se prevé, impediría aprovechar las virtudes de la modalidad G2G, que permite iniciar la ejecución de la obra en paralelo a la elaboración de los actos previos. "Pareciera que quieren partir el proyecto en dos, antes y después del fideicomiso. Eso sería un

error", adviene la exministra de Transportes y Comunicaciones, Paola Lazarte.


La división del proyecto podria generar, por lo menos, una demora de dos años para iniciar

las obras. "Están pendientes el presupuesto, que se contrate al PMO, la ingeniería, el instrumento de gestión ambiental y la liberación de predios. Eso te va a tomar todo el 2025 y parte del 2026", estima el socio de Cuatrecasas, Aldo Reggiardo.


Riesgos fiscales

Las Líneas 3 y 4 del Metro requerirán una inversión aproximada de US$10, 740 millones. Así, de financiarse mediante deuda, a través del fideicomiso, representarían un riesgo fiscal a

largo plazo. "Que quieran tomar endeudamiento y no registrarlo como deuda pública es pasar por encima de las reglas fiscales. Al inicio pueden no registrarlo, pero ya tomaron la contingencia. Los riesgos son públicos y las obras son públicas, es indiscutible", critica Alonso Segura, presidente del Consejo Fiscal.


El monto contemplado, sin embargo, todavía pod!ía crecer. Ello debido a que los cálculos se han realizado a nivel de estudios de preinversión y factibilidad. Ninguna de las líneas es autosostenible al 100%, por lo que el Estado deberá financiarlas parcialmente, como advierte Camilo Carrillo, associate partner de Infraestructura de EY Perú. Para Carrillo, sin

embargo, el endeudamiento sería una buena salida. "Una linea de metro puede aumentar el PBI de Lima entre el 0.5% y el 1%. Lima representa el 30% del PBI del Perú", argumenta.


Fuente: Semana Economica

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